Las muestras de dolor, gritos pidiendo justicia y, por encima de todo, un clamor unánime de “todos somos Gabriel”, entre aplausos, ha acompañado la llegada de la comitiva fúnebre y la entrada a hombros del féretro en la Catedral, con los padres abrazados.
Los asistentes han podido seguir a continuación la ceremonia, celebrada por el obispo de Almería, Adolfo González Montes, en una pantalla gigante situada ante la fachada del templo. A ella han asistido la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, el delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz, el subdelegado del Gobierno en Almería, Andrés García Lorca, la delegada del Gobierno andaluz, Gracia Fernández, y el presidente de la Diputación Provincial, Gabriel Amat, entre otras autoridades políticas.
Colas para despedir a Gabriel
Ayer por la tarde, la Capilla Ardiente del pequeño, en el Patio de Luces de la Diputación, fue visitada por miles de almerienses que quisieron dar el último adiós a Gabriel y apoyo a los padres y familiares. Las colas se prolongaban hasta el Paseo y por la calle Obispo Orberá hacia la Rambla.
Asimismo, la ballena del final de la Rambla, en Almadrabillas, se ha convertido en improvisado santuario, con ilustraciones de peces, mensajes y velas en homenaje al pequeño, asesinado el pasado día 27, presuntamente a manos de la novia de su padre, Ana Julia Quezada, única detenida hasta el momento por el crimen.