Un tiempo gris casi negro se aleja y vuelve otra vez la luz al final del túnel. El sector turístico lo ha pasado muy mal, ha hecho enormes esfuerzos para sobrevivir, y ahora ha comenzado a recuperar con mucha intensidad su actividad.
Hay demanda, hay ganas de viajar, de hacer rutas, de salir a disfrutar de la gastronomía, en fin, a vivir y a mirar al futuro. Este tiempo duro ha servido también al sector turístico para reflexionar y reiventarse en muchos casos, para ofrecer mejoras y cambios a sus clientes.
El turismo rural y activo, especialmente, empieza a vivir su tiempo dorado. El medio rural, la naturaleza, es futuro.