Dentro de estos retos, destacan garantizar una atención integral, equitativa y de calidad para las personas con problemas de salud mental y adicciones en Andalucía; fomentar la participación e implicación activa y significativa de las administraciones públicas en todas sus políticas y de la sociedad civil en el ámbito de su competencia; impulsar la actividad investigadora y formativa en áreas de interés en el ámbito de la salud metal y las adicciones en Andalucía; así como implantar procedimientos actualizados de control sobre humanización y bioética en los servicios de salud mental y adicciones.
En la formulación se indica que, como mínimo, el Plan debe contener: un análisis de la situación de partida en referencia al contexto andaluz, nacional, europeo y mundial; un diagnóstico que permita señalar los problemas, retos y necesidades a abordar en el Plan; la determinación de los objetivos perseguidos; una programación que establezca las medidas a ejecutar para el logro de los objetivos definidos, incluyendo la estimación de los fondos destinados a financiar aquellas y un cronograma orientativo para la consecución de los mismos; una organización o sistema para la gestión que determine o distribuya las responsabilidades en su formulación y ejecución, un sistema de Seguimiento y Evaluación del Plan y sus correspondientes indicadores de cumplimiento; una evaluación ex ante que permita optimizar las probabilidades de eficacia y eficiencia; y un informe de evaluabilidad emitido por el Instituto Andaluz de Administración Pública que acredite los atributos básicos en el plan para la rendición de cuentas a la ciudadanía.
Del mismo modo, la formulación establece que para su elaboración se crearán grupos de trabajo en el que participarán profesionales expertos en las diferentes áreas que afectan a la salud mental y a las adicciones.