Tras su publicación en el BOJA, estos grupos disponen de dos meses para presentar las solicitudes, por lo que la consejera, Carmen Crespo, ha querido “animar a que se aprovechen estos incentivos que son muy beneficiosos, redundando en el sector agrario y agroalimentario y en la generación de riqueza y empleo”.
Con estas ayudas se respalda la realización de proyectos piloto y el desarrollo de nuevos productos, prácticas, procesos y tecnologías en el ámbito agrícola, alimentario y forestal. Crespo ha recordado que de esos 18 millones de euros casi 5,5 millones se destinan a entidades del sector del olivar, repartiendo el resto entre grupos ligados a otros sectores agroalimentarios. Igualmente ha señalado que es “prioritario en todos los casos fomentar la colaboración de agricultores, ganaderos y pymes agroalimentarias con profesionales de otros ámbitos como, por ejemplo, investigadores, agentes del conocimiento, empresas de servicios o comercializadoras”.
El objetivo de estos incentivos es facilitar a los Grupos Operativos respuesta a la necesidad de potenciar la coordinación del sistema de I+D+i al facilitar la conexión de actividades del sector productivo del medio rural, la investigación y las Administraciones y contribuir a la difusión de buenas prácticas innovadoras.
En este sentido, la consejera de Agricultura ha recordado que “es precisamente para dar cabida a la mayor cantidad de actores por lo que estas agrupaciones funcionales y temporales cuentan con una estructura flexible y abierta”.
La última convocatoria de la Consejería de Agricultura fue de 17 millones de euros y se ha repartido entre 65 Grupos Operativos de Innovación andaluces. Las subvenciones han ascendido a nueve millones de euros para entidades del sector agroalimentario en general (1,8 millones relativos a la Inversión Territorial Integrada, ITI, de Cádiz) y 7,1 millones para grupos del sector olivarero.