Para la alcaldesa de Níjar, esta adhesión supone “adaptarnos a los objetivos marcados por la ONU e incorporados desde la Unión Europea a los fines de los fondos que se aportan desde la comunidad para hacer frente a las modificaciones, en la línea que marca la nueva concepción del mercado común. Se trata, en definitiva, de planificar nuestras acciones de gobierno acordes con las políticas de la UE, desde donde como conjunto se prima a quienes siguen las directrices, y no a los versos sueltos. Níjar, entre agricultura, turismo e industria auxiliar, somos un ejemplo de territorio al que la adaptación a esa agenda nos ayudará a conseguir nuestros propios objetivos y lo que se espera de nosotros como punto estratégico en la cadena de suministro. El resultado más tangible es poder optar con garantías a infraestructuras que nos ayudarán a potenciar los núcleos del Parque Natural con senderos como el de San José, carriles bici como el que llegará al Pozo de Los Frailes, el Puerto Seco que nos convertirá en el punto de conexión con los mercados más lejanos, en menos tiempo y con menos contaminación. Dicho de otra forma, adaptarnos a la competitividad de esta nueva Europa post pandemia”, explica Esperanza Pérez Felices.
Níjar, por su parte, ya cuenta con un plan estratégico adaptado a los objetivos de Desarrollo Sostenible, con lo que buena parte del recorrido en lo que respecta a planteamiento estratégico viene implementándose desde 2019.
La Agenda 2030 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 25 de septiembre de 2015, es el marco político internacional que los Estados miembros de Naciones Unidas han asumido como hoja de ruta para la sostenibilidad de la vida de las personas desde una perspectiva social, cultural, económica y medioambiental. De ahí que los cinco pilares sobre los que se construye la Agenda sean planeta, personas, paz, prosperidad y alianzas.
Diecisiete Objetivos que conectan de manera directa la acción internacional, nacional y local, y que sitúan a las ciudades y a sus gobiernos como poderes públicos primordiales para su efectiva consecución. Así, lo reconoce la Resolución de Naciones Unidas que adoptó la Agenda, y así se reafirma en la Declaración del día 25 de septiembre en el marco de la Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se celebró en la sede de Naciones Unidas (Nueva York).