La bonanza del clima y del mar la han hecho atractiva para todas las civilizaciones. En sus tierras, Vera guarda celosa vestigios arqueológicos y monumentales del paso de la historia y de las distintas culturas. Desde restos del Paleolítico, Neolítico, Edad del Cobre (Cultura de los Millares), y del Bronce Argárico, de las colonias cartaginesas y fenicias, de la dominación romana, de la etapa musulmana, de la etapa posterior a la reconquista y de todos los pobladores que han ido pisando estas tierras, cultivándolas, defendiéndolas o administrándolas.
En el paseo por el casco urbano de Vera, el viajero podrá remontarse a la época de los continuos ataques berberiscos al ver la iglesia fortaleza de La Encarnación, donde se protegían los veratenses.
Puede subir al llamado Cerro del Espíritu Santo, lugar en el que estuvo enclavada la ciudad de Vera hasta ser totalmente devastada por un terremoto el 9 de noviembre de 1518; también puede contemplar las casas señoriales, reflejo de una época de fulgor económico local.
Sin embargo, lo que no debe olvidar el viajero es que Vera puede presumir de ser un paraíso gastronómico. Este arte culinario es otro de los grandes tesoros de Vera.
En estos cinco kilómetros de playas con que cuenta Vera la costa se hace rectilínea. Una gran franja de finas arenas y de una anchura media de 50 metros las convierte en lugares ideales para disfrutar del sol y del baño. La limpieza y los servicios de duchas, vigilancia y cuidado del entorno. Son playas de máxima calidad.
Comienzan en su extremo norte, en El Playazo, con una zona especialmente acondicionada para el naturismo, dotada de un hotel y un camping naturista, vigilancia sanitaria y policial, acceso fácil para minusválidos, duchas y aparcamientos.
En este entorno costero se encuentra la desembocadura del río Antas, lugar de especial interés naturalístico por su flora y fauna. En su extremo forma una pequeña laguna de gran atractivo turístico.
Otra de las playas del litoral veratense es Puerto Rey, una extensa franja de 2.300 metros situada en el entorno de la urbanización del mismo nombre. Aunque es una de las de mayor ocupación, su amplitud permite disfrutar de espacio y tranquilidad. Dispone, de todos los servicios, duchas, alojamiento y restauración, vigilancia sanitaria y policial, comunicaciones en autobús, y un largo etcétera. Al igual que la anterior, Puerto Rey resulta de fácil acceso para minusválidos y cuenta con aparcamientos cercanos a la playa.
La tercera gran playa que cierra el litoral veratense se extiende desde Puerto Rey hasta el espigón del puerto de Garrucha. Esta playa, denominada Las Marinas o Bolaga, es un poco menor en extensión que Puerto Rey (1.550 metros) pero resulta muy acogedora. Sus finas arenas y el resguardo del espigón hacen que se pueda disfrutar de aguas relativamente tranquilas. Bandera Q de calidad turística en 2008.
La vigilancia de Cruz Roja, las duchas, aparcamientos, los abundantes servicios hosteleros y la escrupulosa y frecuente limpieza la convierten en referente de esta zona de Levante.
A estos atractivos costeros, Vera une la existencia de un Paseo Marítimo con cesped, palmerales y bancos, desde donde contemplar los amaneceres o pasear tranquilamente cuando el sol está cayendo. Un pulmón verde que se une a la belleza de estas enormes playas de fina arena. En todo el litoral veratense existen numerosos servicios alojamiento y restauración, así como en el cercano núcleo de Vera, hacia el interior, para poder disfrutar de la rica gastronomía.
PARA AMANTES DE LA HISTORIA
El municipio guarda tesoros arqueológicos, artísticos y monumentales de los continuados asentamientos que se remontan a la etapa prehistórica del Paleolítico. Restos romanos interesantes se encuentran en el paraje de El Roceipón, cerca de la Ermita de la Virgen de las Huertas. Especialmente atractivo para el amante de la historia puede ser la subida al cerro del Espíritu Santo, donde se enclavó Vera hasta el terremoto de 1518. En esas fechas eran frecuentes las incursiones berberiscas desde la cercana costa. Por eso a la hora de elegir el nuevo enclave de la población en el llano, se construyeron una muralla de tapial con torres almenadas y en el centro una iglesia fortaleza, (Iglesia de la Encarnación) que sería también de refugio a los habitantes de estas tierras. Merece especial interés la visita a la iglesia y el entorno, además del retablo mayor, de estilo barroco, realizado en madera sin policromar.
Otros edificios religiosos y civiles que tienen especial interés son:
– El Ayuntamiento, edificio de 1881, donde se ubica el Museo Etnográfico y Arqueológico, que recoge muestras de las tradiciones veratenses.
– La Ermita de San Ramón, construída en 1731 por la Hermandad de Nuestro Padre Jesús.
– La Ermita de la Virgen de Las Angustias, donde se encuentra la imagen de la patrona de la ciudad.
– Ermita de San Agustín, levantada en torno a 1520 junto al antiguo hospital.
– Iglesia fortaleza del antiguo convento de los Padres Mínimos en el que vivieron éstos desde 1606 hasta la Desamortización de 1823.
– Ermita de la Virgen de Las Huertas, construída en conmemoración de la ayuda prestada por los lorquinos al levantar el asedio de Aben Humeya en 1569. Todos los años se celebra una romería en recuerdo de este evento.
También merece una visita la Plaza de Toros, recientemente restaurada, que data de la época del esplendor minero de la comarca, en el último cuarto de siglo XIX.
A esta riqueza monumental y arqueológica se le unen otros atractivos que pueden ser del interés del viajero, sobre todo la interesante tradición artesana, con trabajos de alfarería, esparto, mármol artístico, cerámica, vidrio o bordados.
PARA AMANTES DE LA GASTRONOMIA
Si Vera cuenta con un patrimonio arqueológico, monumental y natural considerable, no queda atrás el tesoro que a lo largo de los siglos ha ido creando la cultura gastronómica. La influencia árabe y de los sucesivos habitantes de estas tierras así como la existencia de productos de la huerta y del mar de gran calidad, han ido creando un acervo culinario de gran importancia. Hoy esa tradición se puede degustar en muchos de los establecimientos que abren sus puertas al viajero.
Algunos de los platos más destacados son los gurullos con conejo, ajo colorao, harapos de Vera, tortas de avío, ajo blanco, pelotas, gachas, tortas de panizo, caldo colorao, trigo a la levantina, olla de trigo del Real. Existe además una rica tradición repostera con exquisiteces como el bizcocho de dátiles, y las torticas reales.
PARA DORMIR
Terraza Carmona Tel. 950390760 - Vera Playa Club Tel. 950467476 Vera Hotel Tel. 950390361 - Manolo II Tel. 950132002 - Hostal Regio Tel. 950390989
PARA COMER
Terraza Carmona. Vera - Vera Hotel. Ctra. Vera-Garrucha – Regio. Vera – Ramona. Vera - Posada Real. Urb. Puerto Rey - B2. Urb. Puerto Rey - El Pato Loco. Urb. Puerto Rey – Galicia. Real de Vera - El Gnomo Feliz. Ctra. Vera-Garrucha – Verasol. Urb. Verasol – Suesa. Ctra. Vera-Garrucha – Dólar. Pueblo Laguna - El Palangre. Urb. Vera Playa - Las Marinas. Paseo Marítimo - El Sombrero. Urb. Las Buganvillas - Verabuena. Urb. Las Buganvillas.