LAUJAR DE ANDARAX
La hermosa villa de Laujar de Andarax, capital de la Alpujarra almeriense, está enclavada en el valle formado por Sierra Nevada y Sierra de Gádor, a 921 metros de altitud sobre el nivel del mar.
Rodeada de un hermoso valle de viñedos y huertas, en Laujar se conservan numerosos e interesantes monumentos, entre los que se destacan la iglesia mudéjar de la Encarnación, el edificio mudéjar del Ayuntamiento, la Ermita de la Salud y La Casa Palacio de los Moya, casa noble del siglo XVIII convertida en centro cultural, que contiene el Museo Pedro Murillo Velarde y la Biblioteca Francisco Villaespesa.
Además, el entorno del río Andarax y el bosque que le rodea ofrecen un ambiente mágico y distinto al resto de la provincia. Enclavado en el Parque Natural de Sierra Nevada, Laujar y sus alrededores atesoran una gran riqueza natural. De hecho, desde la zona del nacimiento del río pueden comenzarse distintas rutas de senderismo señalizadas por el Ayuntamiento para conocer la sierra siguiendo el cauce del río, como son la senda de la Hidroeléctrica, del Aguadero o Monterrey. Aquí se encuentra el castaño de la Roza, el ejemplar de mayor tamaño conocido en la provincia. Laujar hace una gra apuesta por el turismo activo.
Laujar de Andarax es famosa por su excelente y variada cocina, con algunas reminiscencias árabes, en la que merecen especial mención platos como la “fritá” alpujarreña o el jamón con habas y los exquisitos postres de repostería. En mayo se celebra la Fiesta del Vino, la más importante de Almería y la Alpujarra. Laujar cuenta con numerosas bodegas de las que surten caldos de diferentes variedades, tales como el Blanco Macabeo, que ya son muy mencionados y galardonados por los entendidos.
En Laujar de Andarax residió el rey Boabdil, último monarca nazarí de Al-Ándalus, tras la caída de Granada y antes de partir hacia su exilio en Marruecos. También aquí se escondió Aben Humeya durante la rebelión morisca que dio lugar a lo que se conoce como las Guerras de Granada. Otra de las referencias destacadas de la historia y de la cultura laujareñas es Francisco Villaespesa, el más universal de los poetas almerienses. Nacido en Laujar de Andarax en 1877, tuvo una intensa vida literaria y gozó de una extraordinaria popularidad, hasta el punto de que en América fue recibido con honores reservados a los jefes de Estado. Escribió más de 50 libros de poesía.